Blancanieves (Live Action)

Disney vuelve a apostar por traer de vuelta sus clásicos con una nueva mirada, y Blancanieves llega intentando equilibrar lo nostálgico con lo moderno. Visualmente, la película es un festín: colores vibrantes, vestuarios cuidados y números musicales que logran revivir la magia del cuento original. Sin embargo, entre tanta producción y brillo, algo de la esencia se pierde en el intento de actualizar lo que ya funcionaba por sí solo.

La comedia y los momentos musicales son, sin duda, lo más disfrutables. Los enanos —ahora en versión CGI— se roban cada escena con su carisma y ritmo. Pero, aunque el humor y la estética funcionan, las actuaciones principales no terminan de cuajar. Gal Gadot brilla más como villana que como reina temible, y el nuevo príncipe, Jonathan, se siente un poco fuera de tono, dejando a la protagonista sin el peso que merece. Es como si la película olvidara que el título lleva su nombre.

Blancanieves es una película que entretiene, pero no deslumbra. Ideal para verla en familia, cantar un rato y disfrutar el momento, pero sin esperar esa chispa que hizo inolvidable al clásico original. ✨⭐️⭐️ 2/5